Se encontraba el presidente argentino (no importa el nombre) en su despacho cuando recibe una llamada de su homólogo desde Francia:
«Queguido pgesidente aggentino. Tenemos un situación complicada aquí en Fgancia. Se nos han acabo los pgesegvativos. Y con esto del Sida... usted sabe. ¿Podgia usted enviagnos una pagtida de condones, pog favog?»
«Pero por favor!» -responde el presidente argentino- «No es necesario que pida por favor. Ya mismo le hago enviar todos los que necesite.»
«Eso si!» -continúa el francés- «Tienen que seg grandes. Usted sabe que nosogtos los fganceses...."»
«Pero por favor! Quédate tranquilo, che.» -dice el argentino y cuelga. Acto seguido llama inmediatamente a su secretario.
«Mirá: tenemos que hacerle un favor a un amigo. Ordena en el ministerio que corresponda que fabriquen diez millones de condones. Que los hagan tan grandes como sea posible.»
«Algo más, presidente?» «Sí... que a cada uno le impriman: 'Industria Argentina'.»
«Algo más?» «Sí, que les pongan la etiqueta de 'Small'.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario